Para ser una “iglesia en salida”, como dice el papa Francisco, hace falta introducirse en la cultura y dejarse alcanzar, para que poniendo al centro a los destinatarios de la evangelización se puedan descubrir nuevas formas creativas de acercar a Dios a los que están más alejados de El.
Un ejemplo que da a pensar en posibilidades de lo que se podría hacer, es lo que se está haciendo en la Catedral de Toledo (España) sabiendo que actualmente la tecnología está muy presente. Han abierto sus puertas a una nueva experiencia catequética en la que confluyen tecnología vanguardista y patrimonio cultural. El proyecto lleva por nombre “Lumina Catedral de Toledo”.
“Lumina” es una experiencia cultural nocturna, que fusiona la riqueza patrimonial de la Catedral acompañado de luces, palabras y música, junto a la tecnología más avanzada. Esta vivencia sumerge al visitante en un fascinante recorrido sensorial y personal.
Responder a las nuevas realidades exige crear nuevas formas de evangelización para transmitir a Dios. En ellas se ha de poner en el centro a los destinatarios, para desde ahí tener una acción de vuelta que les ayude a reconectar con lo más auténtico de sí mismos y luego se animen ponerlo al servicio de quienes les puedan estar necesitando.