Desde la Santa Sede se ha dado a conocer el mensaje del Papa Francisco para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, que se llevará a cabo el domingo 28 de julio de 2024. Llevará por título “En la vejez no me abandones”
A continuación, compartimos el mensaje completo:
“Queridos hermanos y hermanas: En un mundo que a menudo valora la juventud y la productividad por encima de todo, es importante recordar que Dios nunca abandona a sus hijos, independientemente de la etapa de la vida en la que se encuentren. Ni siquiera cuando la edad avanza y las fuerzas flaquean, cuando la sociedad parece menospreciar a los mayores. Dios no se fija en las apariencias y elige a aquellos que muchos consideran irrelevantes. La Sagrada Escritura nos asegura que Dios está cerca de nosotros en cada etapa de la vida, incluso en la vejez, que es vista como una bendición.
Sin embargo, la realidad muestra que la vejez puede estar marcada por la soledad y el abandono. En muchos países, los ancianos están solos debido a la emigración de sus hijos o a conflictos armados que los obligan a separarse de sus familias. Además, existen prejuicios arraigados que generan hostilidad hacia los ancianos en algunas culturas. Este tipo de mentalidad debe ser combatido y erradicado.
En la sociedad actual, existe la creencia errónea de que los ancianos son una carga para los jóvenes y que su supervivencia pone en peligro el desarrollo del país. Esta percepción distorsionada conduce a conflictos generacionales y a la exclusión de los mayores. Es fundamental comprender que la contraposición entre generaciones es un engaño que debemos superar.
La soledad y el descarte de los mayores no son inevitables, sino el resultado de decisiones políticas, económicas y sociales que no reconocen la dignidad de cada persona. Es esencial rechazar esta mentalidad y reconocer el valor de nuestros ancianos en la familia, la sociedad y la Iglesia.
En esta IV Jornada Mundial dedicada a los abuelos y los mayores, insto a todos a mostrar ternura y cercanía a los ancianos de nuestras familias y comunidades. No dejemos que la actitud egoísta de descarte prevalezca sobre la solidaridad y el acompañamiento. Que la valentía de decir “¡no te abandonaré!” guíe nuestro actuar hacia los mayores, ofreciéndoles un futuro lleno de amor y respeto.”
El llamado del Papa no se ha limitado únicamente a la reflexión, sino que también nos invita a la acción. Nos interpela a tener gestos de ternura y cercanía con los ancianos de nuestras familias y comunidades, y a rechazar la actitud egoísta de descarte. Esta jornada Mundial es una oportunidad para renovar nuestro compromiso con ellos y valorar su sabiduría y experiencia.