Un jubileo es un año especial de gracia, un año santo. Sus raíces de encuentran en la experiencia de fe del pueblo de Israel, tal y como encontramos en el libro del Levítico. Cada 50 años era convocado un jubileo, un año “extra” que se proponía como ocasión para renovar la relación con Dios, con las personas y con la creación. Este tiempo de apertura implicaba el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra. Suponía reconocer a Dios como único propietario y dueño de la tierra

El evangelio según san Lucas nos cuenta que el mismo Jesús, al inicio de su vida pública, también convocó a un jubileo, citando al profeta Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí; porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18‑19). Estas palabras de Jesús se convirtieron en acciones de liberación posibilitadoras del encuentro con Dios.

El primer Jubileo de la era cristiana fue en el año 1300, convocado por Bonifacio VIII. Se estableció que pudieran celebrarse cada 100 años. A raíz de una petición de fieles romanos hecha al Papa Clemente VI (1342), el periodo se redujo a 50 años. Posteriormente se han seguido reduciendo estos intervalos.

El Papa Francisco convocó un jubileo en 2015, con la bula “Misericordiae Vultus” (El rostro de la misericordia). con motivo del 50 aniversario del fin del Concilio Vaticano II. Este jubileo tuvo por tema central el don de la misericordia.  Fue la primera vez que se abrió la “puerta de la misericordia” en las catedrales, santuarios, hospitales y cárceles del mundo.

Jubileo 2025: Peregrinos de la esperanza

Este Jubileo 2025 se presenta, por tanto, como un tiempo especial que nos invita a la renovación espiritual y a tomar conciencia de nuestra misión única en el mundo. Se nos invita a poner a Dios en el centro de nuestra existencia y a dirigirnos a Él con un corazón sincero y abierto. La reconciliación y la peregrinación son dos elementos muy significativos en este proceso. Supone reconocer la importancia de Dios en nuestras vidas y  restablecer la justicia y el respeto entre nosotros y por la creación y descubrirnos peregrinos en camino hacia el Reino.

El tema central de este Jubileo 2025 es la esperanza. El lema es “Peregrinos de la esperanza“. Necesitamos restablecer entre nosotros un clima de confianza y esperanza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Dice el Papa Francisco: “Todo esto será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante la tragedia de la pobreza galopante que impide a millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños vivir de manera humanamente digna. Pienso especialmente en los numerosos refugiados que se ven obligados a abandonar sus tierras. Ojalá que las voces de los pobres sean escuchadas en este tiempo de preparación al Jubileo que, según el mandato bíblico, devuelve a cada uno el acceso a los frutos de la tierra”

El Jubileo 2025 se abrirá oficialmente el 24 de diciembre de 2024 con una celebración Eucarística presidida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, y el rito de Apertura de la Puerta Santa. Finalizará el 6 de enero de 2026.

Cómo disponernos para el jubileo

El jubileo nos invita a un tiempo especial de conversión espiritual, pastoral y social. Se trata de una travesía en la que deseamos recuperar una mirada de fe más honda y comprometida.

Te presentamos algunas sugerencias para este tiempo:

  • Cultiva una relación con Dios más consciente y personal. Pon los medios para acercarte a Dios, para escuchar su voz y vivir abierto a su presencia y su paso.
  • Redescubre el valor del sacramento de la reconciliación. No se trata sólo de arrepentirnos de nuestro pecado personal y tomar conciencia de que somos colaboradores del pecado estructural; sino que implica, ante todo, cultivar un encuentro personal con la misericordia de Dios.
  • Reflexiona y otra sobre el cambio de vida que implica vivir desde la fe. ¿Que reformas puedes hacer para vivir más abierto a Dios, a los demás, a la creación?  Al poner a Dios en el centro, nos reconciliamos no solo con Él, sino también con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Este es el verdadero significado del Jubileo: un tiempo de gracia donde la reconciliación y la misericordia nos guían hacia una vida nueva, más plena y más enraizada en el amor de Dios.
  • Participa en encuentros que promuevan la comunión, el sentido comunitario, la unidad. Seguramente encontrarás parroquias y comunidades que organicen eventos especiales durante el Jubileo para facilitar el diálogo, la oración conjunta y la restauración de relaciones.
  • Sé un testimonio vivo del amor y reconciliación en tu vida cotidiana. Comparte tu experiencia de fe con otros, y busca maneras de ser un instrumento de paz en tu entorno uniendo a las personas. Se verdaderamente un peregrino de la esperanza en tus ámbitos de vida.
  • Participa en alguna peregrinación. Vive experiencias de ponerte en camino externamente, como recuerdo del camino interior que eres llamado a vivir. En estas experiencias incorpora e invita a otros.

 

El Jubileo 2025 nos invita a abrir nuestros corazones al perdón y a la reconciliación, siguiendo el ejemplo de Cristo que nos ofrece siempre una nueva oportunidad de redención. Te animamos a vivir este camino de reconciliación como aprendiz de apóstol en medio del mundo.